Las Pajaritas en el poder mundial. Winston Churchill
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El otro día, le pedimos a un amigo que se inspirase en el mundo de las pajaritas, y este es un artículo que se sacó, él solito de su puño y letra. Que para gustos, colores. Pero que lo que tiene de especial este artículo, es la intensa relación que mantuvo nuestro personaje histórico con la pajarita :)
Esperamos que os guste
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La hrvatska, prenda masculina humilde nacida en el ejército croata por razones prácticas; copiada y transformada en prenda de la moda por el rey francés Luis XIV y denominada cravat; alcanzó tal éxito; que traspasó las fronteras hasta Inglaterra, donde de la mano del Dandy de la época, Lord Brummel, se lució entre la comunidad masculina inglesa.
Es así, como en su actual denominación, pajarita, distingue a quien la usa; y está ligada a la Historia Universal contemporánea, junto a una chistera o sombrero de fieltro y un puro; el cual es el conjunto iconográfico del hombre que salvó a Inglaterra: Winston Churchill, el personaje diplomático y político más famoso que se distinguía por su capacidad de estadista, su humor fino y sarcástico y por sus frases estremecedoras y hasta lapidarias. Winston Churchill, el personaje más influyente y mediático del Siglo XX que usaba pajaritas.
Algunas de las imágenes instantáneas de Winston Churchill, lo muestran con un sombrero de copa y una pajarita original anudada en el cuello, mientras forma la letra V con dos dedos, indicando la Victoria del Reino Unido y las fuerzas aliadas sobre la Alemania nazi (Segunda Guerra Mundial); cuando ya era Primer Ministro británico. Y se nos ocurre preguntarnos, si el uso de pajaritas originales y divertidas ha incidido en la personalidad de personajes que se han destacado en la Historia o si al contrario, esta prenda ha sido usada por los personajes célebres para validar que la opinión ajena les tiene sin cuidado, porque sus estándares de moda son diferentes y únicos, al grado que sólo se dedican a desarrollar su intelecto y habilidades. Creemos que este último es el caso de Winston Churchil, quien, durante la contienda bélica mundial, pronunció una de sus frases más célebres: “No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”
Y en el mundo mediático actual, Churchill sería el mayor Influencer mundial en política; y tal vez habría salvado a Gran Bretaña, sólo con su don de palabras; mientras con una pajarita diferente cada vez, tomaba en lugar de Whisky, el cóctel Manhattan creado por su mamá, un tiempo antes de su nacimiento. Y es menester acotar que su alumbramiento ocurrió después de una noche de baile de su madre. ¿Quien no se sentiría tentado a sentirse y comportarse diferente con estos preliminares de vida? Pero nada de esto cambia, que inspiró en su tiempo a muchas vidas y puso a una nación entera a orar por un milagro; mientras usaba pajaritas divertidas que hacían juego con su personalidad.
Y aunque el concepto y figura de Influencer no se conocía en la época que vivió, sí poseía un halo mediático que lo hizo distinguirse. Tanto que, aún en el contexto solemne de la entrega a su persona del Premio Nobel de Literatura en 1953, no pudo retraerse de hacer una chanza durante su discurso, cuando comentó que confiaba en la imparcialidad de juicio de la Academia Sueca.
Con su pajarita, sombrero de fieltro y un puro en los labios, entró en la Historia y desencadenó hechos y desenlaces mundiales, con su arrolladora personalidad. Al grado que cuando Estados Unidos de América trataba de darle el esquinazo y hacerse el desentendido para no entrar en la contienda que asolaba a Europa, Churchill desempeñó una incansable actividad y con su encanto personal y dotes de persuasión logró el apoyo de esa nación contra el avance nazi. Fue tal su influencia y el rol crucial que jugó en la historia, con su fuerte y excéntrica personalidad; inteligencia; férrea voluntad, inagotables anécdotas y sus pajaritas originales, que logró la hazaña de dirigir la resistencia británica ante las pretensiones nazis y lograr que la libertad británica se mantuviera; al grado que el agradecimiento de todo un pueblo, permitió que la actual reina de Inglaterra haya concedido a Churchill, a su muerte, el primer funeral de Estado de Jerarquía Real a un plebeyo que, además, como símbolo de estatus, usaba pajaritas diferentes y divertidas.
Sólo una personalidad única como la de Winston Churchill, le dio el poder mediático que no tenían otros estadistas de su talla y le hizo crear frases contundentes, graciosas o lapidarias, como aquella: “Señores, estamos solos. Por mi parte, encuentro la situación extremadamente estimulante” (pronunciada ante sus ministros durante el avance nazi) y la cual, con su inteligencia nata, pudo haber suavizado con esta otra frase posterior: “Soy optimista, ya que no me parece útil ser otra cosa”. Y sólo un optimista de la vida, ante inmensas adversidades y responsabilidades, pudo llevar con clase sus pajaritas.